La literatura fantástica de Jorge Luis Borges se propone intuir una realidad más profunda y construir así un conocimiento que se adentre en la capa que lo racional impone sobre la realidad. La descripción verosímil de la realidad no forma parte de la intención del autor. Su arte se dirige hacia el juego estético, que tiene repercusiones en el campo filosófico y literario. El escepticismo de Borges indica una lección de fidelidad a la verdad, aunque esta parece inalcanzable. En sus cuentos, Borges reconoce la extrema complejidad de los artificios novelescos y la dificultad de dotar de verosimilitud a los hechos fabulosos. El encanto de las narraciones fantásticas está en que no son creaciones arbitrarias. Su seducción reside en que son símbolos de nosotros mismos, del universo y de lo misterioso de nuestra vida. Algunos de los cuentos de argumento fantástico son el de las fantasías metafísicas, obras rigurosas y de imaginación razonada por excelencia, que se han convertido ya casi en el tipo antonomástico de la ficción fantástica de los grandes autores latinoamericanos.