El movimiento vanguardista tuvo un impacto duradero en la literatura española y sentó las bases para futuras corrientes literarias. Su espíritu de experimentación y ruptura se extendió más allá del siglo XX y sigue siendo una fuente de inspiración para los escritores contemporáneos. Al experimentar con el lenguaje, los escritores vanguardistas desafiaron las estructuras narrativas tradicionales. Su influencia perdura hoy día para los que buscan desafiar los límites en un mundo en constante transformación, mostrando la literatura como un espacio en evolución permanente, capaz de cuestionar la realidad de forma inesperada, señalando la palabra como la posibilidad de poder trascender las barreras establecidas y abrir puertas hacia lo desconocido.