Contemporáneamente, la relación filosofía-literatura ha alcanzado un desarrollo inigualado. Tal vez, la diferencia entre ambas es más aparente de lo que puede creerse a primera vista. La filosofía contemporánea ha mostrado un gran interés por la preocupación por el lenguaje, por la precisión de su significado, sus posibilidades como realidad y su efectiva relación, si es que la hay. La cuestión lingüística ha ido absorbiendo cada vez más a la filosofía, que se ha visto forzada a referirse al lenguaje como obligado punto de partida, más o menos directamente, según el caso. En algunos casos, el filósofo se ve atraído por la poesía y se observa la presencia filosófica en la literatura. Así, es permisible preguntarse si en ciertas ocasiones ambas disciplinas no muestran, como Jano, dos caras de una misma realidad. Filosofía y literatura, un tema prometedor de meditaciones estimulantes. Aún es temprano para decir, mucho menos asegurar, si se alcanzará su identidad mediante la correspondiente identificación, ya que aún se muestran separadas y, a lo más, tangentes entre sí. Este trabajo tiene como finalidad dejar constancia de tan fascinante tema.