En un lugar de Canarias, de cuyo nombre no puedo olvidarme, tiempo ha viví los más felices años de mi vida: Alegranza. Esta islita ha tenido para mí un significado muy especial. En ella he sido, efectivamente, muy feliz, primero de niño con mis padres y hermanos (mi padre era profesional de faros) y luego, ya de mayor, con mi mujer y mis hijos, ejerciendo la misma profesión...Así comienza el texto de Agustín Pallarés, un torrero, investigador y divulgador cultural que pasó casi medio siglo en Alegranza, uno de los territorios más desconocidos de Canarias. Este libro no sólo cuenta los secretos de la impresionante naturaleza de este islote, sino también la vida de los torreros que se ocuparon durante décadas del faro más aislado del Archipiélago. Una obra de interés doble que, a través de la mano de un cronista excepcional, permite conocer la historia de una isla y la de un modo de vida legendario.