En Historias de Villacarrillo, se da cuenta de una etapa de la vida del autor, los trece años de la infancia que vivió en ese lugar, con toda la riqueza experiencial atesorada a lo largo de los aconteceres. Y así, a través de sus páginas, este libro no es sino una bella excusa para dejar rastro no solo de la propia, sino de tantas otras vidas que merecen quedar prendidas en las consciencias, evitando el olvido, pues todas ellas tienen en Luigi Maráez a un cronista que deja testimonio de aquello de lo que fue testigo. 10