El maestro zen Denkô Mesa nos invita a abrir una pequeña puerta, antesala a la luz por venir y dejarnos penetrar por el aroma de lo eterno. Texto y fotografía, palabra y silencio se armonizan en una misma unidad y quedan plasmados en cada página de esta piedra preciosa que atraviesa como flecha el aire, despierta al corazón y fortalece el sentido natural de la bienaventuranza: «La meditación no puede ser explicada, razonada, pensada, percibida o atesorada por nadie. Se experimenta en momentos de libertad, a cada instante, tal cual es. Vivir sin artificios, esta es la naturaleza original. La bondad innata en todos los seres. Este es el cuerpo de la práctica realización.» 10