PRÓLOGOTal vez en los textos al uso dedicados a construcciones antiguas, brillen las ausencias en manifestar de un lado las razones históricas socio culturales, y de otro las constructivas mecánicas y, como unas y otras, en contra de lo que pueda pensarse están íntimamente relacionadas.Todo momento científico está alumbrado de una supremacía cultural llamada por el momento histórico social, así fue para la filosofía griega del siglo de Pericles, la Roma imperial de los césares, la arquitectura española del s. XVI, en el científico s. XVIII inglés y en el XIX francés; pero este reconocimiento de relaciones se hace patente en la participación de saberes. De forma equivocada la historia y el arte no entran en la mecánica y esta no se relaciona con aquella. Tal vez por ello, se han omitido los epistolarios entre arquitectos notables del s. XVI como Andrea Palladio, desde su particular retiro en la Vicença veneciana y Minar Sinán desde su imperio constructivo en la actual Turquía.Quizá porque la inteligencia reside más en el corazón que en otro lugar y la razón se justifica desde este, son las ideas las que cambian el mundo y no los números que lo justifican. Este texto del doctor Mateos Enrich, sigue las líneas de erudición a las que nos tiene acostumbrados, en relación a invitarnos participar en el misterioso y a la vez deslumbrante encuentro del autor con las diferentes forma estructurales que glosan la historia de la arquitectura, generadoras de belleza y razón mecánica. 10