Si en La nueva Atlántida (utopía renacentista del siglo XVII) Francis Bacon describe una sociedad perfecta que aquellos navegantes encuentran por casualidad en una pequeña isla, en esta obra unos exploradores del espacio se topan con un lejano planeta en cuya civilización las «personas» son especialmente felices. De esta manera, a través de la convivencia con esta sociedad, se describe una posible realidad ideal que seguro hará reflexionar al lector sobre el momento histórico que vivimos y que no puede evitar ser heredero del paradigma cientificista y racional promulgado por libros como el mencionado. Sin embargo, más allá de pretender ser una solución explícita y completa, esta obra pretende fomentar la ilusión y la esperanza frente a un panorama en el que estamos expuestos, de forma continua, a distintas distopías. Es, en resumen, un llamamiento a plantearnos nuestro futuro en positivo y un espacio dónde reflexionar acerca de cómo podríamos evolucionar hasta convertirnos en una sociedad más feliz.