La guerra biológica como opción de una guerra física indirecta se puede constituir en un vector de búsqueda por la hegemonía mundial, porque esta potencialidad solo es una prerrogativa de aquellos países que disponen de infraestructura en recursos materiales y humanos, de un avanzado nivel en ciencia y tecnología, con capacidades para crear, mantener, diseminar, controlar y erradicar agentes biológicos. Las capacidades fundamentales y operativas de un accionar biológico, en realidad estan orientadas a generar en cada país tres efectos estratégicos, un sometimiento de sus economías, el quebrantamiento de su ordenamiento social y la politización de la pandemia.