«La constancia del medio interno es la condición para una vida libre e independiente», postulaba Claude Bernard en 1878 para explicar por qué animales y plantas mantenían indemne su metabolismo a pesar de los cambios del ambiente exterior, nutrientes o aporte de agua. En años posteriores, Walter Cannon acuñó el término homeostasis para definir la estabilidad de las funciones metabólicas del cuerpo.El cuerpo humano está compuesto, además de proteínas, grasas y carbohidratos, de agua y minerales que constantemente se crean y se degradan en complejas reacciones físicas y químicas. En algunos estados de enfermedad, sobre todo los más graves, el medio interno se ve seriamente alterado, lo que hace que su corrección y estabilidad sea una necesidad terapéutica.Es así que el presente libro, dirigido a estudiantes, médicos generales y especialistas, desentraña las complejidades del concepto de medio interno, a partir de sus componentes principales: agua, estado ácido-base y electrolitos. Se exponen, en lenguaje claro pero riguroso, la fisiología, la fisiopatología y la clínica de estos trastornos delineando las bases para su tratamiento. Una completa bibliografía y adecuación a la epidemiología local completan el texto.