En los primeros años del siglo comienzan a llegar y a difundirse por Europa las artes marciales japonesas y más concretamente el jujutsu. Occidente quedó maravillado de cómo aquella gente aparentemente menuda poseía una habilidad y entrenamiento especial que les permitía derrotar a conocidos luchadores occidentales de peso y talla mucho mayor que ellos.Como resultado de esa estupefacción comenzaron a publicarse diversos artículos en periódicos y revistas sobre estos luchadores venidos del Lejano Oriente y sobre este novedoso sistema de lucha para los occidentales. Este texto es uno de ellos.En este artículo, el autor utiliza una mezcla de simpática ironía y sarcasmo todo ello aderezado con el interés de proporcionar al lector información novedosa sobre el recién llegado jujutsu a Europa. No obstante, a pesar de esa cierta ironía, lo que se vislumbra detrás de sus explicaciones técnicas es, quizás a nuestro juicio, una incipiente iniciación personal por parte del autor en el entrenamiento de este arte.De forma previa al artículo original hemos incluido una introducción histórica y la genealogía de la escuela Yoshin ryu jujutsu, tradición de jujutsu a la que se re ere y cita el autor en el artículo. 10