En este libro Mauricio Beuchot intenta revivir la estética como teoría de nuestra sensibilidad para la belleza. Sabido es que el arte ahora no procura lo bello, sino lo impactante; por eso el autor trata de replantear la belleza como objeto del arte y de la estética. Después de la celebrada muerte del arte, hay que resucitarlo, porque es una de las fuentes de sentido del ser humano. Así, después de un recorrido por la historia de la estética, se plantea una estética analógica, que es capaz de devolver al arte el sentido de la proporción, ya que la analogía es, precisamente, la proporción en las cosas. Con la ayuda de la hermenéutica analógica se recupera la ontología de la belleza y se habla de una filosofía del arte acorde con las necesidades de nuestra época. 10