Justo L. González / Justo LGonzález
La situación de los inmigrantes hispanos “indocumentados” en los Estados Unidos plantea interrogantes de índole primordialmente económica y política. A los hispanos cristianos, sin embargo, su compromiso cristiano les sugiere, además, interrogantes de índole teológica. Por ejemplo: ¿qué importancia damos a nuestra identidad cultural, tomando en cuenta tanto nuestra ciudadanía terrenal como nuestra ciudadanía en el Reino de Dios? ¿Qué significa para nosotros vivir la fe en una tierra extraña, donde la iglesia generalmente mantiene una estrecha alianza con el orden socioeconómico y político? ¿Qué actitud debemos adoptar frente al racismo institucionalizado y la desigualdad económica y política que nos rodea? ¿Qué aporte podemos hacer a la comprensión del Evangelio desde nuestra tradición cultural? Estas y otras preguntas similares son las que aquí aborda el autor con “la esperanza de ser parte del creciente diálogo entre el pueblo hispano y otras minorías de los Estados Unidos”. Aunque al escribirla originalmente tenía en mente a un pueblo que, como él mismo, vive en tierra extraña, esta obra es un modelo de “teología liberadora” —una obra útil para cristianos que reconocen que, por ser seguidores de Jesucristo, están llamados a vivir como “extranjeros y peregrinos en este mundo”.