El trauma de la pérdida de mi madre, unido a las habilidades sensitivas con las que nací, agravó las falsas ideas que tenía sobre mí y sobre quienes me rodeaban. Su muerte me ocasionó creer que no era merecedora de cariño, que no era una buena hija y que se fue para no estar conmigo. Jamás imaginé que, a día de hoy, mi corazón y mi alma estarían en paz al recordar a mi padre. He llorado y he sufrido. Me he sentido perdida, sola, rechazada, no querida, incomprendida He pasado situaciones de mucho dolor, momentos en los que no encontraba sentido a mi vida. Sí, me he juzgado, culpado y sentenciado por tantos y tantos motivos Hoy quiero compartir contigo ese proceso.Este camino comienza en un callejón sin salida que, con el tiempo, toma forma y luz para convertirse en comprensión y perdón. Desearía que mi experiencia fuese útil en tu lucha para que nunca desfallezcas y no pierdas la esperanza. Me gustaría mostrarte la certeza de que, comprendiéndote a ti misma, conociéndote, perdonándote y perdonando a los demás, se consigue la sanación y la liberación. Mi aprendizaje, el contacto con seres de luz y mi adiestramiento con la metafísica también me han permitido aprender de las experiencias de vidas pasadas. Con estas conexiones he podido acceder a información que ha ayudado a mi alma a crecer espiritualmente y a comprender el porqué de mi historia de vida.