El occidente, con sus paradigmas hegemónicos centrados en el logos racional, sujeta y moldea nuestros cuerpos a su modelo único. Nos estructura en nuestra sensibilidad, en nuestros modos de expresarnos, en nuestra gestualidad, en nuestras formas, promoviendo un borramiento ritualizado del cuerpo que lo enmudece en nuestras vidas cotidianas, condenándonos a una perpetua ausencia. La propuesta de 'Sensopercepción, una práctica poética de la presencia' apunta a desocultar ese Cuerpo silenciado, a darle lugar. Lo desafía a la emergencia de su singularidad y a su despliegue poético en un devenir de lo espontáneo, donde no participa el ordenamiento intelectual, racional, previo, sino que nos ubica en el aquí y ahora del acontecer en el instante.Como técnica de la Expresión Corporal, promueve la heterogeneidad de los cuerpos y las danzas o performances efímeras que surgen en el instante, en tiempo real. Promueve el habitar el cuerpo, para ubicarnos en el espesor corporal y desde ahí hacer, ser y sentir.Raquel Guido sostiene, desde esta perspectiva, que el Cuerpo no es instrumento de la Danza, la Performance u otras artes del Movimiento o prácticas que impliquen al cuerpo. Danzamos 'en' el cuerpo, y no 'con' él. Un Cuerpo entendido como construcción sociocultural, histórica, política, vincular y poética, que se construye en la experiencia según las condiciones de existencia. Un Cuerpo que va más allá de la anatomía y al que le restituimos su dimensión Imaginaria. Cuerpo poético, presente, singular...La Sensopercepción, así entendida, es tanto una técnica sensorial para la Danza y las Artes del cuerpo como un camino de autoconocimiento, un camino para la vida: el camino del cuerpo. 10