Nacer, morir, morir y nacer sucesivamente es el juego de la vida; diferentes cuerpos, nombres y formas, pero en todos ellos la misma alma.Iyotihmayi comparte algunas de las experiencias en reencarnación: Dios y yo somos uno, no existe separación entre el ser y Dios. El camino lleva a despertar de lo irreal (ilusión mundana, maya) a lo real (Dios), a través de cientos de vidas. Se trata de encarnar hasta la historia final donde se alcanza la fusión de Dios y el ser; el ser y Dios solo uno.Om Sai Ram.