Gus ha crecido, ahora tiene bigotillo, acné, voz de tenor y todos le llaman Luis, pero que no te engañe A pesar de su cara de 'angelito-que-no-ha-roto-un-plato-en-su-vida' sigue siendo un tiquismiquis y un sinvergüenza de cuidado, y no se le ocurre nada bueno.Además está en plena 'edad del pavo' y solo se le ocurren 'tontás' como pianos, y ély sus compañeros ponen de los nervios a los profesores.A través de una conversación con su hijo inventado, el autor nos narra en esta ocasión su paso por el instituto y por la universidad, describiendo con todo detalle las 'simplonadas' que vivió en el aula (y fuera de ella), que fueron muchas y variadas, y muy surrealistas.Si te gustaron las travesuras de Gusito en su periodo escolar, ahora podrás ser testigo de sus chorradas como adolescente, porque con el tiempo no maduró, todo lo contrario, siguió igual de cencerro que de chico.Si quieres reírte un rato y desconectar desde luego éste es tu libro.