He realizado muchas excursiones hasta el día de hoy; en cada una de ellas siempre hay anécdotas para contar, buenas y malas.Afortunadamente, muchísimas más buenas que malas. Pero esta que cuento en este libro fue tan importante que he querido escribirla para que, dentro de muchos años, mis hijos puedan coger este libro y enseñarle a quien ellos quieran el accidente que sufrió su madre, que lo padecimos todos y nos cambió la vida.