'En un Perú azotado por duras políticas económicas y por un terrorismo cruento y salvaje, la pobreza y la miseria se volvieron algo corriente, y las calles fueron tristes testigos de personas que tuvieron que salir a mendigar por comida, dinero o esperanza.Así de real y desgarradora es la historia que nos cuenta el autor en Mendigos, compartiéndonos, con un ingenioso toque novelesco, lo que fueron las duras experiencias de miles de pequeños emprendedores peruanos en esa época: venturas y desventuras, risas y lágrimas, éxitos y derrotas.«Y lo jaló por aquí y por allá sin rumbo ni dirección alguna. Conoció asombrado el centro de Lima y sus raras construcciones. Sus plazas le parecieron inmensas llenas de flores, con vehículos enloquecidos que chillaban tocando sus bocinas hasta por cosas inútiles, mientras pedían limosnas. A veces, eran echados con agravios feroces como: ''serranos de mierda, regresen a pastear sus llamas''».' 10