El libro revela las creencias - subyacentes y explícitas - de la Teoría económica, tanto Adam Smith como el autor parten del núcleo de la ética. El primero concluye la fuerza del 'interés propio' y el libro la del Bien Común. Se destaca que el tipo de familia nuclear absoluta anglosajona genera individuos autosuficientes a temprana edad, contrario a las estirpes de las familias troncales de los tipos germánicos y nipones, tanto como de los tipos familiares comunitarios latinos, rusos y chinos y latinoamericanos, los que tienen fuerte influencia en la modelación económica, empresarial, de gestión, y de liderazgo. La teología calvinista puritana que en su versión popular establece la predestinación de ricos y pobres por voluntad divina, es contrastada al proyecto del cristianismo sintetizado en el Primer y Segundo Mandamiento. Luego, se hace evidente que la Teoría traslapa el determinismo de Newton a la economía y a la administración. Indica que el 'Premio Nobel en economía' es una operación de marketing neoliberal para dar lustre 'científico' a una ideología primitiva. Finalmente se concluye con una visión de la Persona humana como paradigma ordenador de la Administración.