Hay libros que son una vida; que nos acompañan durante todos nuestros andares; libros con los que no estamos de acuerdo, pero que aun así seguimos leyendo; libros que estaban cuando conocimos al amor de nuestra vida y libros que vieron cómo lo perdimos; hay libros que nos hicieron más libres y salvajes, y otros que nos enseñaron a llorar o a morder o a indignarnos y a tirarlos contra la pared, porque todo puede pasar; libros que siempre tenemos en nuestras estanterías y libros que siempre acabamos regalando porque nos cautivaron tanto que no podemos sino compartirlos.Todos los libros que forman parte de nuestra vida comparten una cosa: el entusiasmo que nos despiertan. La literatura nos devuelve el entusiasmo por la vida, tal y como testimonian los buscadores que menudean en este libro: Eudora Welty, Mark Twain, Borges, Bram Stoker, Virginia Woolf, Marguerite Yourcenar, Chesterton, Friedrich Nietzsche, Victor Hugo, Roberto Bolaño, Renée Vivien, Balzac, László Krasznahorkai, Kafka, Saramago, Thomas BernhardTodos comparten el mismo lenguaje: el de la literatura, que es el mismo lenguaje de la vida, que es el mismo lenguaje del entusiasmo.