Esta es una de mis aventuras, que hice, cuando pensé de hacerla tenía once años de edad, y nunca se quito de mi pensar, siempre estaba conmigo, y más después de pasar la guerra de España, en el año 1936. Yo ya tenía once años, y trabajaba de botones, en una de las mejores cervecerías de Madrid, aquí sacaba bastantes propinas de los clientes que iban todos los días, a tomarse el aperitivo, gente de mucho dinero, como matadores de toros, Manolete, el Litri, Miguel Dominguin, Julio Aparicio, Antonio Bienbenida, Pedres, el diamante negro, Curro Caro, Paquito Muñoz, todos estos toreros, eran matadores de toros, y eran de lo mejor de España. Yo mismo podía haber sido matador, de toros, uno de los clientes, me dijo, que si quería ser torero, todo iba pagado por él en su finca, donde el tenia muchos toros de cría, pero yo le dije que no porque tenía que estar al lado de mi madre, y darla todos los días, las propinas que sacaba, my familia estaba muy mal. Mis años se aproximaron deprisa, y cuando yo tenía diecisiete años la aventura llegó y me fui de voluntario a la legión española por tres años, después que me licencié, estuve de un lado para el otro en Madrid, hasta que decidí marchar a otra de mis aventuras. Me fui a Francia, estuve trabajando en Alemania, entré al país sin papeles de trabajo, allí estuve un año, desde ahí, me fui a la legión extranjera, ingresé por cinco años. Estuve en guerra contra Argelia, que demandaba la independencia de Francia, también estuve en guerra contra Marruecos, también querían la independencia, por algún territorio que España, tenia de ellos. Así que todo esto me lo buscaba yo mismo, pero también me licencié y marché a Madrid, por unos años, luego como el trabajo me iba mal, pensé de marchar a París, Francia, ya que yo ya era una persona privilegiada, desde ahí me marché a el Congo, Belga entonces, ingresé por un año de mercenario, ayudando a las fuerzas congolesas, a luchar contra los simbas, rebeldes, y después que terminé el año, en la jungla del Congo, marché a Madrid de vuelta, estas fueron mis aventuras, Juan Argenta Rodriguez.