¡LA ISLA DE LAS GALLETAS ES UN DELICIA! En los pasillos del almacén de la parte trasera de la tienda Segura y Fresca, una tenue luz amarillenta que cubría todo el área fue vista. Allí, el silencio fue interrumpido por un gran ruido y una carcajada, que procedían de la zona donde se encontraban las frutas, vegetales y panadería, en la que había varias bandejas rebosadas de tortas y donas. -¡Shhh!, vas a despertar al pan -afirmó una voz en tono muy bajo. La risa se paró. -Sí, ¡qué importa! Vamos a despertar al pan. ¡Yupiii! -comentó una banana, columpiándose sobre una cuerda improvisada y estrellándose con otra bandeja de donas y tortas.