'Son estas tres chicas y su perrito los personajes que rompen con esquemas tradicionales. Ellas son valientes, inteligentes y decididas; saben escuchar y analizar. El autor ha logrado que estas niñas se comuniquen con el Hada del Lago Encantado y celebren así la amistad entre la ficción y la realidad. Es una forma amena de rechazar los estereotipos sexistas en las narraciones, ya que esas tradiciones nada bueno han sembrado.En otra parte de las historias se puede leer: ...un dragón agradecido siempre será un buen amigo, con lo cual Álvarez hace énfasis en la magia y la riqueza de la amistad, incluso con quienes aparentan ser peligrosos.El poder de usar la magia para el bien, para hacerse heroínas en cada cuento, sólo se puede lograr cuando vemos la fortaleza y la candidez de la niñez en una sociedad donde hay tantas personas desalmadas o, en caso extremo, maleantes.Me encantó la historia de Luciana, que se convirtió en discípula de la pastora anciana, y de quien expresa: Con ella aprendí también a ser feliz, a disfrutar de las cosas bellas y sencillas de la vida. Aprendí a disfrutar del sol y de la lluvia, del frío y del calor, del mar y la montaña, y a hacer sabrosos quesos todas las mañanas.Estoy segura de que será un momento exquisito cuando lean las hermosas historias con sus hijas/os o sus nietos/as. Por tanto, regalar un libro de cuentos escrito por ese sensible y tierno abuelo escritor es como obsequiar un diamante.' Lidia Venecia Pineda Blanco