A Manuela le encanta jugar como a cualquier niña. Es alegre y traviesa, pero también colaboradora y amable. Cuando su mamá le pide que se bañe, Manuela observa los elementos de aseo de su papá, en especial la espuma de afeitar, con la que piensa que puede divertirse haciendo toda clase de figuras en el piso. Pero hay un problema: ¡la espuma de su papá se acabó!Manuela decide no contarles a sus padres y, en cambio, se va a dormir con su pequeño secreto. Esto hace que tenga un sueño extraño que la preocupa mucho: era su consciencia que le decía que no había actuado bien. Es por ello que Manuela decide decirles a sus papás la verdad, dándose cuenta de que el castigo no fue tan terrible como lo había soñado.María Machado deja a todos los niños una valiosa lección: no importa lo que hayamos hecho, siempre debemos actuar con la verdad y con nuestras consciencias tranquilas. 10