Ibn Atâ` Allâh al-Iskandari (1259-1309) es uno de los muchos maestros del sufismo (mística musulmana) que reunieron en su persona los aspectos esotérico y exotérico del Islam.Esas dos dimensiones no estaban separadas en el profeta Muhammad, que tenía una cara vuelta hacia Dios y otra vuelta hacia los hombres. Sin embargo, en el curso de los primeros siglos que siguieron al período profético, muchos musulmanes se entregaron al cultivo de diversas ciencias religiosas como la teología dogmática o la jurisprudencia, en detrimento a veces del itinerario iniciático que hubiera debido llevarlos a la realización espiritual. Ciertamente, enseguida aparecieron grandes figuras que vivieron la experiencia interior del Islam y dieron testimonio de ello; pero con frecuencia sufrieron el acoso de las autoridades exotéricas. A decir verdad, el lenguaje de esos maestros no contenía nada de heterodoxo?puesto que el sufismo se define como el «corazón del Islam»?, pero era incomprendido por los profanos