Jesús presenta tres metáforas sobre la oración: pedir, buscar y llamar. La primera palabra ('pedir', griego: aiteite) significa orar con un sentimiento de dependencia. Lo utiliza la persona que llega con las manos vacías y dice: 'No tengo nada que comprar'. Jesús nunca oró así, es decir, como alguien muy pobre. Pero así debemos pedir al Padre, como indigentes y necesitados de todo. La segunda palabra ('buscar', griego: zêteite) contiene la idea de cuidado o preocupación y caracteriza la ansiedad ansiosa, es decir, debemos orar bajo la urgencia de un gran deseo o expectativa. Una tercera palabra (del griego 'golpear': kroúete) implica las ideas de dependencia y esfuerzo que comunican las otras dos. Es la mejor expresión del dicho popular que dice: 'Fe en Dios y manos a la obra. Estas son las tres reglas básicas de una oración correcta y eficaz: perseverancia. Nunca debemos esperar ser respondidos inmediatamente a la primera de nuestras peticiones. Jesús nos dijo que fuéramos insistentes