'La Iglesia católica ha tenido un rol protagónico en la historia del Perú desde el siglo XVI hasta nuestros días. Para mantener su vigencia y arraigo, esta institución tuvo que pasar por una renovación que implicó entrar en diálogo con el mundo moderno. Así pues, en su camino «modernizador», y a partir del Concilio Vaticano II (1962-1965), la Iglesia sentó sus nuevas bases en la teología de la liberación y en los diversos movimientos laicales, para complementar la labor hecha por la jerarquía.Asimismo, la Iglesia católica tuvo que adaptarse a las nuevas coyunturas que marcaron al país, como el régimen de Juan Velasco Alvarado y la época de violencia que surgió en los años ochenta; por ello, el último capítulo de este libro repasa las relaciones entre esta institución y el Estado a partir de la segunda mitad del siglo XX. Sin duda, este libro muestra el camino recorrido por la Iglesia durante el siglo pasado, que le ha servido para abrirse paso y consolidarse, con renovado ímpetu, enlas nuevas generaciones.'