En Burlington, Vermont, trabaja a oscuras y segura Peter Richards, poeta y pintor norteamericano desconocido en lengua española: un poeta que se sale del plato, rompe con la creación al uso (normativa) en un país con una extraordinaria tradición poética y pictórica de ruptura y modificación que está en peligro de extinción y que Richards rescata (reanuda) en solitario, haciendo una poesía de la dificultad inasible, densa, cuyas fuentes no son fáciles de rastrear. Poema a poema siempre encontramos algo que nos conmueve, pugna y espiritualidad que a la vez se nos escapa y resulta en una consternada participación. (José Kozer)