En cuanto lector de textos medievales Borges opera a la manera de un pez espada: se sumerge en esas páginas, con certera intuición localiza en ellas la idea central, el nudo, y reemerge para nutrir con él su propia escritura. Esto requiere, desde luego, una comprensión profunda de las implicancias de una tesis o un argumento y, por tanto, de su esencia. Pero sería inexacto decir que Borges 'se ha valido' de los filósofos medievales; antes bien, ha pensado con ellos y, por eso, nos ayuda a pensarlos.Los estudiantes y estudiosos del pensamiento medieval, en esta nueva visita a esos textos, al comprobar qué le revelaron a la esencial mirada de Borges, aprenderán del pez espada y podrán volver a obras ya frecuentadas desde un nuevo enfoque, acaso el que más importa, desde una perspectiva 'virgen, milagrosamente otra vez, por la virtud absolutoria del sueño', un sueño borgeano. Para los que no estén familiarizados con la filosofía propia de la Edad Media, la literatura de Borges insta a acercarse a ella por hacer reparar en su riqueza, sobre la que tantos prejuicios se ha alimentado. Quien se interese por los autores medievales, hará bien en conocer la perspectiva borgeana sobre cada caso. En lugar de ser técnica, como la de un comentarista o un intérprete especializado, su perspectiva es simplemente, límpidamente inteligente. 10