Noviembre de 1977. Cuba ha reunido a un poderoso equipo de paracaidistas para competir en los Juegos Panamericanos de ese deporte en México. Su entrenador, un competidor experimentado de la Unión Soviética, está convencido que los cubanos pueden vencer al equipo del ejército de los EE. UU. en esta ocasión. La emoción en los principales círculos del gobierno crece a medida que se acerca la fecha del evento. Sería la primera vez que Cuba pudiese lograr una victoria contra el ejército norteamericano en un escenario competitivo. Solo unos días antes de la partida del equipo, estalla una crisis. Los servicios de inteligencia cubanos descubren que uno de los competidores intenta desertar durante el evento en México. El seudónimo del paracaidista es El Lince.Para el régimen, una victoria contra los Golden Knights era una perspectiva tentadora. ¿Pero justificaría eso correr el riesgo de que uno de los paracaidistas se diese a la fuga? Tal vez la seguridad cubana pudiera tenderle una trampa. Obstinado a no darse por vencido, Castro ordena a sus mejores efectivos de inteligencia a tomar acción. 3