Una noche oscura, ella encuentra su destino en los brazos de un duque sombrío...Huyendo de un cruel padrastro, Harriet Russell escapa en una noche tormentosa, confiando solo en la misericordia de los sirvientes para ayudarla. Su carruaje vuelca, dejándola a ella y a su conductor heridos. En busca de ayuda de quienquiera que viva cerca, se topa con un conjunto de puertas custodiadas por feroces estatuas demoníacas de gárgolas. Al entrar en las sombrías y encantadas tierras del Duque de Frostmore, teme encontrarse con él, pero debe hacerlo para ayudar a su chófer. Cuando Harriet se encuentra cara a cara con el duque, comprende por qué lo llaman el Diablo de Dover, con su feroz magnetismo sensual y su temperamento aterrador. Es hermoso, tentador y peligroso... Él cometió un error una vez al enamorarse y la muerte lo siguió...Tras las trágicas muertes de su esposa y su hermano, Redmond Barrington, el Duque de Frostmore, quiere ser dejado solo y ha prohibido la entrada a sus tierras a todos los extraños. Cuando una joven herida le pide ayuda, se encuentra reconsiderando su voto de soledad a medida que se acerca la Navidad. Harriet está tan poco dispuesta a confiar en el amor como él. Lo que comienza con una tensión aterradora entre ellos pronto se convierte en algo totalmente distinto, una pasión sensual que lo asusta con su intensidad. Cuanto más tiempo pasa con ella, más se pregunta Redmond si el destino le dará una segunda oportunidad para ahuyentar los fantasmas de su pasado.