En junio del 2001moría en Génova, durante las protestas del G-8, Carlo Giuliani, un joven de poco más de veinte años. En septiembre del mismo año las Torres Gemelas eran atacadas. Cuatro meses después la compañía italiana Socíetas Raffaello Sanzio estrenaba la Tragedia Endogonidia: una gigantomaquia imposible de once producciones desplegadas a lo largo de tres años por diez diferentes ciudades europeas, sin ninguna continuidad narrativa, argumental o cronológica. Romeo Castellucci, fundador de las Socíetas, se define a sí mismo como un director invisible: un superdirector que ve el cuerpo/mente del espectador como su último escenario, la pantalla de la experiencia más importante, aquella que trasciende la imaginación del artista y cualquier intención aleccionadora: la labor del director invisible consiste, precisamente, en propiciar el encuentro perceptual entre laescena de los actores y la escena del público, un lugar inestable y en estado de permanente fuga.La Tragedia Endogonidia es una genealogía de lo sacrificial que pone en fricción la violencia, la erosión del mito y el extravío de lo trágico en Occidente. Este libro se propone recorrer la Tragedia Endogonidia como una de las apuestas más contundentes del teatro háptico contemporáneo. 10