Cerro Catedral, Bariloche, noviembre de 2009La célebre actriz, 'cantante' y modelo uruguaya nacida en la calle Grecia en el Cerro y migrada a la argentina a la temprana edad de 13 años para hacerse de un nombre, Natalie Ricci, mata de 3 balazos en el set de filmación de su última película, dirigida por el controvertido director argentino Darío Camors a la actriz de reparto Lucía Lopilato.Alguien claramente cambió las municiones de salva por balas de verdad en el cargador marcado como 'salva' en la más grande producción cinematográfica de la historia del cine argentino, pero ¿quién fue? La Policía Federal Argentina arresta de inmediato a Ricci, y la carpeta judicial pasa a homicidio en primer grado con premeditación cuando se descubre que esa misma mañana Ricci había agredido a golpes a Lopilato.El esposo de Ricci, el multimillonario empresario argentino Sergio Fávregas, conocido Macrista y opositor a la presidenta Hernández de Kirshner, contrata a Goldman y Ielicov, de la agencia LNB PI, los que detuvieron al Decorador en 2005, y probaron que la muerte del candidato presidencial Francisco 'Pancho' Mojica, favorito para ser el próximo presidente uruguayo había sido un asesinato y no solamente un infarto al miocardio, como dio la pericia forense inicial, para que descubran cualquier otra explicación a que su esposa haya matado intencionalmente a Lopilato en un arrebato.¿Quién cambió las balas en el cargador? ¿Por qué el encargado de Armas y Armamento de la producción no revisó aquel fatídico día que las balas fueran efectivamente de salva? ¿Por qué esa misma persona figura ausente de la locación desde la muerte de Lopilato? ¿Quiénes son y qué fines tienen los que pusieron las decenas de millones de dólares que costaría la producción cinematográfica más cara por lejos en la historia fílmica argentina? Estas y otras preguntas deberán develar la dama y el boxeador, mientras la cuenta regresiva sobre sus muertes inicia.El autor, en su tercera novela negra de la serie, y la segunda con toques de ficción histórica alternativa, nos lleva detrás de las cámaras de las grandes producciones, y de los intereses que las manejan desde las sombras.