Historia real escrita por un campesino cubano con educación mediocre. Narra con lujo de detalles su niñez, su vida en el campo y adulto en la ciudad. En la Cuba republicana de 1940 a 1958 y en la Cuba comunista de 1959 a 1969. El progreso de un país se refleja en la clase más humilde, los campesinos. En estas dos facetas de su vida, bajo dos sistemas de gobierno diferentes, nos explica a su manera, con nobleza y apego, la vida en el campo y luego en la ciudad, y por qué dejó su terruño.Vivió diez años bajo el cruel sistema de gobierno comunista y sufrió los rigores de la cárcel el G2 (Seguridad del Estado). En dos ocasiones trabajó como esclavo en granjas del Estado. Hay evidencia de como era la vida en Cuba republicana. En Cuba comunista encontrarán infinidad de episodios que vivió en carne propia. Tristes experiencias que servirán para alertar a las personas incautas para que no caigan en la trampa de los comunistas con carnada irresistible y promesas de prosperidad, abundancia y bienestar que nunca llegarán.Los pueblos de América Latina aprendieron la lección, y a pesar de lo que está pasando en Venezuela y Nicaragua por culpa de Cuba, aún tienen grabado en el cerebro la propaganda que Fidel Castro les inculcó. Ignorarán la realidad de lo que estecampesino vivió en la Cuba comunista y las historias que contaban muchos de los tres millones de cubanos que huyeron de Cuba.A los 15 años de edad, su profesor de gramática hacía leer a los alumnos artículos de una revista con narraciones de personas que escapaban tras la cortina de hierro en la Europa comunista. Gracias a esa lectura, a los 24 años de edad, cuando Fidel Castro tomó las riendas del poder, no cayó en las garras del comunismo. A partir de esa fecha comenzó su calvario. Los jóvenes de America Latina deben seguir el ejemplo de este campesino y no dejarse engañar por los comunistas. En el aeropuerto de Varadero, Cuba, un oficial con el pasaporte en su mano le dijo: «Si abandonas Cuba jamás podrás regresar», pero no dijo nada. Diez años de sufrimientos fueron suficientes para no vacilar. 10