Hasta que Travis llegó a su puerta, Charlie había vivido una vida muy solitaria. Se había rodeado de aislamiento; cerca de un millón de hectáreas de tierra roja, sol abrasador y soledad. Seis meses después, el invierno se ha apoderado del desierto y Charlie tiene la vida que nunca soñó posible. Pero vivir y trabajar juntos, veinticuatro horas al día, siete días a la semana, durante seis meses seguidos, empieza a pasar factura.Charlie es un hombre muy, muy testarudo, que tiende a tener más conversaciones en su cabeza de las que salen de su boca, mientras que Travis no tiene problemas en decir lo que piensa. Y, aunque, mientras ambos luchan por comunicarse y por entender la necesidad versus el deseo, Charlie puede ver que está alejando a Travis, pero parece incapaz de detenerlo.Cuando todo se reduce a si Travis debe quedarse o irse, tal vez la decisión no sea suya.