Las iniciativas de lenguaje claro aspiran a servir como instrumento para garantizar principios de gobierno abierto y transparencia; para promover la confianza en las instituciones; para garantizar un acceso real a la Justicia y a las decisiones judiciales; para incentivar la participación a partir del acceso y el entendimiento de información pública veraz; para impulsar comportamientos o para facilitar el cumplimiento de obligaciones y procedimientos de la Administración Pública. Las estrategias de lenguaje claro buscan servir, también, como una alternativa de pedagogía política para ampliar el conocimiento ciudadano sobre los asuntos públicos, conocimiento necesario para emitir las opiniones y los juicios que se exigen en una democracia.Este libro aborda una reflexión interdisciplinaria y transatlántica que toma en serio el análisis del lenguaje claro y sus vínculos con las dimensiones del proyecto de una Cultura de la Legalidad. Se trata de una obra colectiva sobre cómo el lenguaje claro es estudiado y, a menudo, puesto en relación con valores políticos como la libertad y la igualdad.Desde la filosofía jurídica y política, el Derecho constitucional, la teoría política, la lingüística computacional y conductual, la sociología jurídica, la comunicación judicial, el análisis de políticas públicas y los estudios sobre calidad legislativa, el libro examina los alcances, los problemas y los desafíos del lenguaje claro (i) como campo de estudio emergente y (ii) como un asunto de interés que se ha instalado en las agendas académica y política, y del cual ya evidenciamos avances e innovaciones públicas reseñables.