Tras el anterior volúmen Cómics en pantalla. Adaptaciones al cine y televisión (1895-1989) publicado por Unizar (Colección Humanidades Num. 175) llegamos al final de nuestro repaso en un momento en el que los cómics adaptados copan la mayor parte de audiovisuales en el mercado: tanto los grandes estudios -Disney, Sony, Warner- como las novísima plataformas de streaming -HBO Max, Prime, Netflix- siguen embarcados en ofrecer películas y series en animación e imagen real inspiradas en algún cómic, ya sean personajes icónicos o títulos de culto. El siglo XXI parece abocado a continuar con dicha dinámica, bien por inercia bien siguiendo una estrategia sólida con objeto de mantener un público cautivo.Los héroes Marvel parecen estar abonados a las carteleras: siempre hay algún héroe de su vasto catálogo en la gran pantalla. En el horizonte, todo parece indicar que la industria del cine americano seguirá la misma tendencia: películas de acción y aventuras con espectaculares efectos especiales, apoteósicos escenarios CGI, superhéroes surcando los cielos y salvando el planeta una y otra vez, los espectadores hipnotizados y absortos sin cansarse nunca del derroche incesante de pirotecnia desplegado ante sus ojos para consternación de sus detractores, en clara minoría frente al público masivo del mundo entero, hoy subyugado y mesmerizado por este Neo Hollywood suntuoso y repetitivo. 10