Las teorías sobre la organización del Estado son importantes para definir los fundamentos racionales que se utilizan para estructurar la sociedad. La estructura es el punto de partida que se repite con más constancia, desde el que los individuos, grupos sociales y entes participan en una sociedad. Las Constituciones son las estructuras básicas que sirven de apoyo a los miembros de las sociedades para que no entren en conflicto a la hora de seguir sus caminos individuales y colectivos.Las sociedades acráticas, que rechazan la generación de daños continuos y el establecimiento de barreras constantes como métodos organizativos, necesitan también un cuerpo estructural que sirva de referencia para que las relaciones sociales entren lo menos posible en conflicto y, en consecuencia, que la intervención del Estado sea escasa a la hora de mediar en las relaciones anteriormente referidas. Además, un Estado acrático participará activamente donde los ciudadanos por separado no pueden llegar.La presente obra, como indica su nombre, es un prototipo de cómo podría ser una Constitución acrática que sirva de referencia para los ciudadanos a la hora de proceder en el ámbito social, sistémico e individual y de contrapeso a las posibles acciones delictivas, sin necesidad de ejercer daños continuos ni de establecer barreras constantes sobre parte de los miembros de las sociedades, como hacen los Estados de poder, ya sean democracias, plutocracias o autocracias, entre otros sistemas políticos.